Tenemos el placer de presentar la 4ª entrega de la serie «Masculinidades e Igualdad» del Blog de la Fundación iS+D. En esta nueva entrada recogemos un artículo de Miguel Lorente Acosta, experto en el estudio de la violencia interpersonal, y muy especialmente en el de la violencia de género, sobre violencia y masculinidad, en el que explica causas, orígenes y líneas de actuación futuras. Agradecemos mucho al autor el poder compartir un trabajo tan interesante como este.
Miguel Lorente Acosta
Experto en el estudio de la violencia interpersonal,
y muy especialmente en el de la violencia de género
«Masculinidad y Violencia:
implicaciones y explicaciones”
Los hombres solo han sido hombres, pero las ha bastado para serlo todo, por eso no han sido más que hombres. Las mujeres, sin embargo, han tenido que serlo todo para en muchos casos llegar a ser algo y en algunos conseguir ser alguien. La masculinidad no ha existido, no ha sido planteada como algo diferente a lo que es la propia sociedad o la cultura, era ese todo que abarcaba a todos, no tenía un espacio diferente. Los hombres no han necesitado cuestionarse su papel ni su posición dentro de la sociedad porque podía ser cualquiera; solo las mujeres, lo de la mujer, como un factor secundario o un elemento marginal, tenía una cierta identidad propia y un espacio diferente.
El mundo y la sociedad fueron divididos y polarizados en dos partes que nunca fueron iguales, lo de los hombres y lo de las mujeres, y quien partió y repartió se guardó la mejor tajada. Desde la primera división se continuó con las separaciones y la polarización con la que poner distancia de por medio para evitar que nunca fueran confundidos y que jamás existiera la tentación de traspasar los límitres de los territorios establecidos para cada uno.
La distribución injusta y desiguald de roles en el mundo polarizado de los géneros se basa en la violencia, en la imposición de un orden que te atrapa y limita y que impide salir de él a riesgo no ya de ser olvidada en la historia sino de serlo en el propio presente.
Debemos llevar a cabo una reflexión sobre la violencia si queremos cuestionarnos con profundidad la masculinidad, pues al contrario de cómo muchas veces se presenta, la violencia no ha estado ahí como un recurso alternativo, sino como un instrumento activo para el mantenimiento, guarda y custodia de esa.
En un ambiente caracterizado por esa desigualdad y por la violencia, por esa especie de viaje al pasado en todo lo que concierne a las relaciones de hombres y mujeres, se plantea la «nueva masculiniad» como una forma y un espacio donde reflexionar sobre el nuevo rol que deben desempeñar los hombres.
Por Miguel Lorente
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AUTOPSIA:
«Ver por los propios ojos»
Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada y médico forense, es a su vez Profesor Titular del Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la Universidad de Granada. Fue Director de General de Asistencia Jurídica a Víctimas de Violencia de la Junta de Andalucía y Delegado del Gobierno para la violencia de género adscrito al Ministerio de Igualdad. Es experto en el estudio de la violencia interpersonal, y muy especialmente en el de la violencia de género.