¿Es capaz el alumnado universitario de distinguir las noticias verdaderas de las falsas? ¿Cómo y en qué medida sus hábitos de consumo de información están relacionados con esta cuestión? ¿Conocen o disponen de herramientas para discernir la veracidad de la información que les llega?
Estas son algunas de las cuestiones que un equipo de investigadores de la Universitat de les Illes Balears (UIB), en colaboración con la Fundació BIT, han querido abordar mediante el estudio Fake o no fake, esa es la cuestión. Reconocimiento de la desinformación entre alumnado universitario, publicado en la Sección Abierta del Núm. 34 (2021): Jóvenes y Nuevas Formas de Comunicación y Marketing de la Revista Prisma Social.
Resumen
Los bulos y noticias falsas, aunque no son algo nuevo, se han convertido, de la mano de los procesos de digitalización de la comunicación y sobre todo de las redes sociales, en un fenómeno cada vez más frecuente y con mayor potencial de impacto, lo que pone en riesgo algunos principios y valores fundamentales como la democracia, la convivencia, el respeto por los derechos humanos, la confianza, etc.
Los datos de nuestro estudio han sido obtenidos mediante un cuestionario administrado a una muestra de más de 800 universitarios y universitarias, con el que pretendíamos identificar los comportamientos específicos de éstos y éstas en la búsqueda y consumo de información, así como sus criterios y conocimientos para discriminar la veracidad de la falsedad de esas informaciones.
Utilizamos también un test con diferentes tipos de informaciones verdaderas y falsas, que junto con los datos obtenidos sobre los hábitos de consumo de información del alumnado participante, nos permitió establecer un Índice de Reconocimiento de Noticias Falsas y Reales (IRNFR), y clasificar y analizar las respuestas en función del índice de aciertos cruzándolos con las variables sociodemográficas, entre otras.
Una de las claves para que la ciudadanía desarrolle capacidades para discernir las informaciones verdaderas de las falsas tiene que ver con el papel que puede jugar la educación.
Los resultados nos permitieron establecer dos grupos, en función del IRNFR: un grupo con un alto IRNFR (que obtuvo cerca de 7 puntos sobre 10, que era el máximo en este índice) y un segundo conjunto con un bajo IRNFR (con una media de puntuación levemente superior al 4); estos resultados, de por sí, son preocupantes e indicativos de la alta incidencia de las fake news entre la población analizada.
La información analizada sobre los hábitos de consumo de los estudiantes, así como sus niveles de confianza hacia los medios de información, se muestran fundamentales para entender cómo operan desde un punto de vista tanto cognitivo como social el consumo y la difusión de noticias falsas.
La investigación y sus resultados nos sugieren que más allá del conocimiento de fact-checkers por parte de las y los estudiantes, una de las claves para que la ciudadanía desarrolle capacidades para discernir las informaciones verdaderas de las falsas tiene que ver con el papel que puede jugar la educación, situando la alfabetización informacional como una de las principales estrategias para alcanzar ese fin. Especialmente en lo que respecta a la población universitaria, un ámbito en el que se dan mayores exigencias de rigor y veracidad pero en el que como hemos podido comprobar, también estamos expuestos a los perjudiciales efectos de las fake news.
Autores/as
Antoni Cerdà-Navarro
Licenciado en Sociología y máster en Sociología de las Políticas Públicas por la Universitat de València, Máster en Investigación Social Aplicada y Análisis de Datos por el CIS y Doctor por la UIB. Actualmente es ayudante doctor en la UIB donde imparte docencia en los grados de Educación Social y Trabajo Social. Es miembro del Instituto de Investigación e Innovación Educativa (IRIE). Sus líneas de investigación son la sociología de la educación, la integridad académica y científica y la metodología y técnicas de investigación social.
David Abril-Hervás
Profesor de sociología en la UIB, y secretario del Departamento de Filosofía y Trabajo Social. Es docente en los Grados de Educación Primaria, Relaciones Laborales y Trabajo Social. Miembro del Observatorio Social de las Illes Balears (OSIB), sus líneas de investigación son las desigualdades sociales y sus efectos sobre la ciudadanía, las políticas sociales y educativas y el análisis de los discursos de odio.
Bartomeu Mut-Amengual
Profesor del Departamento de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación (PAPE); imparte las asignaturas de Organización y Gestión Educativa y de Planificación de la Intervención Educativa, como también, docencia en el Máster de Formación del Profesorado.
Rubén Comas-Forgas
Profesor del Departamento de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación de la UIB y miembro del Instituto de Investigación e Innovación Educativa (IRIE). Imparte docencia en los grados de Pedagogía y Educación Social y en diversos másteres oficiales. Sus líneas de investigación se centran en la integridad académica y científica, los usos sociales y educativos de las TIC y la formación inicial del profesorado.
La Revista Prisma Social es uno de los canales de difusión de la Fundación iS+D para la Investigación Social Avanzada.