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Clasismo: ¿en qué consiste la desigualdad de estatus y de clase?

¿Qué es la desigualdad de estatus y de clase? ¿En qué consiste el clasismo? ¿En qué medida se vincula con el género?

Como hemos analizado previamente, se presentan diversos tipos de desigualdad que se originaron con el sistema patriarcal y las cuales se derivan de diferencias que se han establecido con el tiempo en base a varias variables, como la edad, el género, la raza, la orientación sexual, el estatus, las creencias religiosas y la capacidad. Cabe destacar que el significado atribuido a cada una de estas variables es de naturaleza cultural, ya que su establecimiento ocurre en el ámbito social en diferentes momentos históricos.

La desigualdad tiene un origen social, surgida a partir de la noción de poder y dominación, lo cual condujo a la clasificación de las personas según las variables mencionadas anteriormente. Esta forma de desigualdad basada en la valoración social de las personas fue incorporada en los textos legales, generando así el concepto de desigualdad formal. Es necesario hacer una distinción entre la desigualdad social, que se compone de normas no jurídicas, y la desigualdad formal, que se rige por las normas legales que refuerzan las anteriores.

En resumen, las desigualdades basadas en el género han dado lugar a la construcción social de los roles de género; las basadas en la raza han resultado en fenómenos como el racismo; aquellas relacionadas con la capacidad llevan a la discriminación funcional y competencial conocida como capacitismo; las asociadas a la edad se conocen como edadismo; la discriminación de estatus o clase (clasismo) en función del nivel o posición que las personas ocupan en la jerarquía social; y las vinculadas a la orientación sexual e identidad de género se manifiestan como LGTBIfobia.

En esta ocasión, nos centraremos en la desigualdad en función del estatus y la clase, también conocida como clasismo, el cual da lugar a situaciones y actitudes discriminatorias por parte de ciertas personas o grupos que se sienten superiores a otros en base a la posición que ocupan en la jerarquía social así como a los recursos que ostentan.

Si te interesa, no dejes de echar un vistazo a la serie Género, Igualad y Derechos Humanos de este Blog.

Estatus y clase: ¿cuáles son sus diferencias?

El estatus y la clase social son conceptos que se entrelazan pero que presentan diferencias sutiles en su significado.

Por un lado, el estatus se refiere a la posición social que una persona ocupa en una sociedad determinada, y está determinado por una combinación de factores como la ocupación, el nivel educativo, la riqueza, el prestigio y el reconocimiento social. Se trata de una forma de clasificación que indica la posición relativa de una persona en comparación con otros individuos dentro de la sociedad. El estatus puede ser adquirido a lo largo de la vida de una persona y está sujeto a cambios con el tiempo.

En contraste, la clase social se basa en la división de la sociedad en grupos socioeconómicos, que se definen principalmente por su relación con los medios de producción y la distribución de recursos económicos. Las clases sociales se determinan en función de la propiedad o falta de propiedad de los medios de producción, como la tierra, las fábricas y el capital, así como la relación con el trabajo asalariado. De esta forma, las clases sociales están estrechamente ligadas a patrones de ingresos, riqueza, oportunidades económicas y acceso a recursos.

En síntesis, el estatus se centra en la posición social y el reconocimiento dentro de la sociedad, mientras que la clase social se enfoca en las relaciones económicas y la distribución de recursos. Aunque están interconectados, el estatus se fundamenta en diversos factores sociales y culturales, mientras que la clase social se basa principalmente en la relación con los medios de producción y la estructura económica de la sociedad.

Desigualdad de estatus y de clase: clasismo

El clasismo se define como una forma de discriminación arraigada en la desigualdad que surge de la pertenencia a diferentes clases sociales. Se caracteriza por la actitud o creencia que considera a algunas personas superiores o inferiores debido a su posición económica, nivel educativo o estatus social. El clasismo se manifiesta a través de estereotipos, prejuicios y trato diferenciado hacia aquellos que pertenecen a clases sociales consideradas inferiores. Esto conduce a la exclusión, marginalización y negación de oportunidades y derechos a aquellos que no están en los estratos sociales privilegiados. En esencia, el clasismo perpetúa las desigualdades sociales, obstaculiza la movilidad social y afecta la equidad en la sociedad.

Se trata de un tipo de desigualdad que, desde su origen, está basada en el nivel que ocupan las personas en la pirámide social. La posición depende del poder que detenten y de los recursos que posean y el lugar que ocupa cada persona determina su distinta valoración social.

Una posición extrema la constituye la esclavitud, que vino de la mano de la guerra. La primera forma de esclavitud fue femenina al necesitarse muchas mujeres para la reproducción (inicialmente a los varones vencidos se les ejecutaba a todos).

La esclavitud

Fuente: Libro «Hacia un Feminismo del Punto Medio: Nueva Teoría para la Igualdad de Género»

El efecto que el concepto de estatus tiene en la población es el de hacer que unas personas se consideren superiores/inferiores a otras.

El estatus se ha considerado como la creencia de superioridad/inferioridad que manifiestan los individuos en función del lugar que ocupan en la sociedad. Es la valoración social que se otorga a los diferentes individuos, lo que hace que unos se crean superiores a otros, ya sea en capacidades, en bienes, en actitudes o en comportamientos. (García García, Rosado Millán, Matarín Rodríguez-Peral, & González Servant, 2008).

Para Weber (1864-1920), el estatus está relacionado con el prestigio social que se manifiesta en el reconocimiento de determinadas prerrogativas que, a su vez, vienen determinadas por el poder que se ostenta (Weber, 2006). Parsons vincula el estatus con el rol de cada estrato social porque no solo se trata de la posición que ocupa una persona, sino de las acciones con las que se relaciona con otras personas (Parsons, 1999).

El concepto tiene además un sentido relacional a partir de las ventajas o desventajas que puedan tener los individuos en función de sus relaciones sociales, perspectiva que va más allá de la asociación economicista entre estatus y renta (Laumann, 1966; Goldthrope, 2012; Cuesta, 2013). Para algunos/as autores/as, la posición que se ocupa en sociedad tiene más importancia para una persona que los valores o las propias normas sociales (Blau & Michael, 1977).

Aplicando la perspectiva de género a este tipo de desigualdad, existe una creencia generalizada por parte de los hombres de una cierta idea de superioridad sobre las mujeres según la cual estaría justificado que ocupasen un estatus más elevado. No es algo que los hombres se hayan inventado porque sí, sino que su origen se remonta al auge del patriarcado, durante las Revoluciones Neolíticas, siendo un sistema social basado en la jerarquización y en el poder como dominación.

Se trata de una creencia, la de la superioridad masculina, que ha naturalizado algo que es completamente social y forma parte de los códigos de la masculinidad hegemónica. La socialización de los sexos de manera diferencial está relacionada con la noción de poder y los roles de las mujeres y los hombres (Unger, 1976).

Blau, & Michael, P. (1977). Inequality and heterogeneity : a primitive theory of social structure. New York: Free Press.

Cuesta, H. (2013). Sociología y desigualdad social. La responsabilidad científica del sociólogo: un compromiso cívico de ciudadanía. Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas, 38.

García García, F., Rosado Millán, M. J., Matarín Rodríguez-Peral, E., & González Servant, S. (Diciembre de 2008). La percepción de lo social. Prisma Social (1), 23-46.

Goldthrope, J. H. (2012). De vuelta a la clase y el etatus: por qué debe reivindicarse una perspectiva sociológica de la desigualdad social. Reis, 137, 43-58.

Laumann, E. O. (1966). Prestige and Association in an Urban Commu-nity. Indianápolis: Bobbs Merrill.

Parsons, T. (1999). El Sistema Social. Madrid: Alianza Editorial.

Rosado Millán, M. J. (2011). Los hombres y la construcción de la identidad masculina. Madrid: Fundación iS+D.

Rosado Millán, M.J. y García García. F. (2018). Hacia un Feminismo del Punto Medio: Nueva Teoría para la Igualdad de Género. Fundación iS+D para la Investigación Social Avanzada

Unger, R. K. (1976). Male is greter than female: The Socialization of Status Inequality. The Counseling Psychologist, Vol. 6(2), 2-9.

Weber, M. (2006). Class, Status, Party. En R. F. Levine, Social Class and Stratification: Classic Statements and Theoretical Debates (págs. 49-63). Maryland: Rowman & Littlefield Publishers.

Mª Jesús Rosado Millán

Presidenta de la Fundación iS+D para la Investigación Social Avanzada

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